martes, 4 de marzo de 2008

LA VIDA EN ROSA… LA FUERZA DE UNA VOZ



Desde la sorpresiva y bien ganada presea a mejor actriz, “la vida en rosa” (como se titulo en nuestro país) ha llamado la atención del publico en general, al igual que las cintas seleccionadas para ganar un Oscar. Sin duda al terminar de escuchar la ultima entonación de Edith Piaf, no queda más que ovacionar a tan magistral filme por su intensidad, su fuerza y emoción que lograr plasmar en 120 minutos sobre la vida de la gran cantante parisina.

La cinta presenta la niñez de dicha cantante en los barrios bajos de parís así hasta su ascenso al estrellato y fama mundial con su canción “la vie en rose” , sin duda un viaje estrepitoso y violento, lleno de alcohol y fe, de desesperanza y amor… el film es monstruoso por la forma en que desfilan las imágenes, pues no es una historia lineal al 100%, si no que da saltos en la historia entre la infancia, la adolescencia, la madurez y el deceso de la artista, lo que hace que el cierre de esta película termine de una forma emotiva y contundente, dejando al espectador con un sentimiento de alivio ante tales eventos desafortunados.

Con este papel Marion Cotillard (Edith Piaf), hace sin duda una actuación descomunal (las palabras quedan cortas al describir dicha actuación), una actuación llena de dolor, de esperanza y entonando en todo momento las canciones mas celebres de la cantante, sin duda es LA actuación del 2007, una demostración de drama y de historias que tanto gustan los amantes del cine.

Podría seguir escribiendo, sobre lo esplendido del vestuario, la grandeza del maquillaje (que sin duda factor crucial para hacer a la protagonista pasar de joven a vieja que en verdad impacta ver dichas transformaciones), sobre la música y el diseño de arte, pero no hay nada mejor que poderla apreciar con los propios ojos y comprobar de el por que de la escalinata de excelentes reseñas que se han erigido alrededor de esta película

Marion Cotillard ha captado nuestra atención y estaremos siguiendo su trayectoria muy de cerca… así como se ha convertido en una de nuestras consentidas.


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